LA ENFERMEDAD Y EL ALMA...:

La enfermedad en la persona,es un desequilibrio energetico pranico o vital,producto estados reiterativos o permanentes de pensamientos y emociones negativas,derivadas de la ley de la causa y efecto o karma,es decir,de esta existencia o las anteriores,traemos dicha  negatividad,llevando una vida,en la actualidad, subyugada por la oscuridad del alma y el gobierno del ego,que no deja libre a la esencia,cubriendola con agregados a la psicologia(errores,defectos,pecados,vicios,etc.),que impiden brille la luz,en su totalidad;expresandose,esta ultima,en el amor,la alegria,la paz,en suma,la salud y la felicidad,que todo espiritu encuentra en:la libertad interna y externa,en la justicia,la tolerancia,ecuanimidad y fraternidad universal de los seres vivos.Cuando esta enferma el alma,la mente,el cuerpo fisico,tambien lo estan.
 Solo cuando comprendamos,que la persona es un sistema individual y un subsistema social,etico,universal y natural,por tanto,cada sentimiento,emocion o sensacion,pensamiento,dicho y conducta;afecta ineludiblemente al ser humano individual,colectivo y sus interaccciones con el medio o entorno.Todo esta conectado,todo es uno,de manera semejante a la relacion de una red de telaraña,la cual,la vibracion de un hilo afecta a los demas hilos.Este fenomeno es conocido tambien,como efecto mariposa,el cual,se inicia,en el interior de la esencia del ser y la capa de egos,que cubren el alma,impidiendo,que resurgan,las virtudes,facultades ordinarias o extraordinarias;de este modo,sometiendo al espiritu a una cadena de nacimientos o muertes,en diferentes cuerpos fisicos,mentales,en contextos historicos-familiares y sociales distintos o ,en algunos casos,retornos en forma de seres animales,vegetales o minerales.
 Esta cadena de retornos,puede ser rota,siempre y cuando,la consciencia sea despertada e incrementada,a tal grado,que permita liberarse al ser del dolor y sufrimiento,de manera definitiva,encontrandose a si mismo y unificandose con el absoluto o Dios,siendo,finalmente,la felicidad.¡Namaste!.