A menudo,nos enfrentamos a situaciones,hechos o problemas,que constituyen la adversidad,y nos dejan,con la mente,el cuerpo contaminado y el espíritu caído.Tal pareciese,que la existencia,estuviese cargada de negatividad,en donde la sed de paz mental,amor y gozo permanente de la vida,la salud integral y la prosperidad material,armonizada con la espiritual,no fuese posible,de saciar.Sin embargo,estamos tan identificados,con el mundo ilusorio de las formas,en la familia y la sociedad,que nos cuesta creer o hacer un atisbo,a una realidad interna,que nos libre de la angustia,lo ansioso,la preocupación y la incertidumbre,que tenemos al futuro o la depresión y otras emociones negativas,que nos genera el pasado,Así,pasamos la existencia,en su mayor parte,dormidos,alucinando,sin ver la belleza y del descanso,en el presente,con la conciencia del ser minimizada o nulificada,convirtiéndonos en seres humanos infelices,con escaso sentido por la vida,dejándonos llevar,por el apego,por las cosas,seres vivos y personas,olvidando,que el cambio es lo permanente, y lo único,que,realmente,es eterno,es nuestra alma unificada a Dios.
Pareciese,que tenemos está existencia y no hay otra.Sin embargo,cuando llega el despertar e incrementar de la conciencia,nos damos cuenta,que lo verdadero,se encuentra en el interior de nosotros,y que los hechos,cosas y los seres,son sólo pasajeros,como la existencia personal,y que,después,de muertos físicamente,nuestra alma retornará a cumplir con nueva existencia,destinada a despertar y aumentar la conciencia,o bién, a permanecer dormidos,experimentando,confusión,sin sentido,sufrimiento opcional,dolor inevitable y generando,paralelamente,ésto mismo,a nuestros semejantes.
El apego a la existencia,es la peor de las trampas del mundo,pues,es evidente,que ella,es efímera y cada segundo que pasa,es uno menos,que disfrutar.La vida es demasiado corta,como para desperdiciarla,en la negatividad y el aciago descriterio,para verla.La existencia es hermosa y cobra su real valor,cuando experimentas la muerte en carne propia o un atisbo de ella,Sin embargo,¿por qué,esperar que suceda aquello,si puedes ser feliz y libre,espirituálmente,hablando?.Cada momento,que vives atormentado,por tu falso yo,es un momento menos,equivocado,pero necesario,para acercarte a la verdad,que radica en tu interior,en tu conciencia,en el activar la partícula divina,que todos tenemos.En el conectarte,con ese ser maravilloso y generoso,que mora dentro de ti,y que ignoramos,en su real esplendor,por dejarnos llevar,por el ego y su poder,sobre la limitada mente y frágil cuerpo o organismo.
El error más grande,que el ser humano puede experimentar,y que lo aleja,de manera ostencible,de la dicha y libertad interna,es el creer,que sólo es mente y cuerpo,soslayando,su real naturaleza,de ser uno con el todo.De ser un espíritu o alma,que vaga por la existencia,como ánima en pena,desconsolado y errando en su camino,en busca de si mismo y el encuentro con Dios.
La vida me ha enseñado,que cuando crees,que todo está perdido,la fe,esperanza y el amor,son las herramientas,más poderosas para reconstruir una existencia,replantiándose la perspectiva,con la cual,enfocas la vida.Los milagros existen y suceden todos los días,y el mejor muestra de ello,es que estamos con vida,respirando y rodeados,de la maravilla de la naturaleza de las personas y el universo.Todo lo que sucede,tanto bueno,como malo,tiene o apunta,a un solo objetivo:hacernos mejores personas y almas con conciencias más evolucionas,hasta liberarnos,definitivamente,del nacer y morir,de cuerpo en cuerpo,de existencia en existencia.Vagando,en aparente sin sentido.
¡De cada uno depende el cambio interno,proyectado al exterior,en forma de compasión y misericordia,por los demás seres sintientes,recordando,que estamos para servir,aprender y volver a la fuente primigénea,que es:Dios!.¡Namasté!.
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