La consciencia del ser,sin voluntad y acción,no tiene ningún sentido ético o moral;y,sólo,se limita al plano teórico.Por lo tanto,se hace,necesario e indispensable,el obrar positivo,altruista y carente de ego.Ésto implica,a veces,el sacrificio,el vencer nuestro egoismo personal;pero que no es una muralla o grillete,que te impida o ate,generar: un cambio conductual;una evolución espiritual;un avanzar en el camino de la fe y la buena voluntad;lo suficiente,como para no convertirnos en una potente luz de amor,hacia los demás;cuando existe convicción y certeza;de la importancia de expresar y hacer carne;los valores morales y la generosidad hacia los demás seres vivos y;particularmente,las personas,entendido como nuestro prójimo.
Los amigos y amigas,son un significativo eslabón,en la cadena de la retroalimentación espiritual o energética interna;pues con su sólo recuerdo o contacto personal;nos invitan a continuar,en la senda de la virtud y en el velar,por el bienestar de los otros,con mayor entusiasmo.
Somos seres,espíritus,almas,partículas divinas;y consciencias dispuestas a manifestar el bién personal,familiar,social,natural,universal y dimensional.El cuerpo físico y las cosas materiales,son proyección del espíritu oscurecido o iluminado;por las tinieblas de la inconsciencia o la luz de la consciencia y el desprendimiento o desapego.
Cuando se comprende,siente y práctica el abandono del ego;la existencia fluye,como un río cristalino,claro y sereno,Sin embargo,se debe tener presente,que la carreta de la inquietud o desasosiego interno,enturbiará la consciencia;con las hojas y el barro,que intoxica la mente y nubla los sentidos;impidiendo ver,con toda claridad y sentido;el cosmos de la paz,amor y alegría de vivir;más de alguna vez,en la existencia.No obstante,no debemos desfallecer, por las tribulaciones del mundo o el distanciamiento o desaparición de personas o seres vivos importantes;entendiendo,con mucha fe,que son pruebas,que la existencia nos pone;para hacernos,aún más fuertes y bondadosos,frente a la vida;a pesar de las dificultades o la adversidad,algunas veces,de apariencia colosal y aterrorizante.
"La existencia es un río que va a dar a la mar";que cuando está turbia;debemos esperar;que se serene,aclare y,finalmente,en premio a nuestra fe y perseverancia;nos reflejará,la sonrisa del alma alegre,en la superficie;ver el fondo de la belleza interna,de uno mismo o los otros, y tomar el agua del río;carente de toda impureza e infección;saciendo,de este modo,la sed espiritual.¡Namasté!.
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