domingo, 17 de noviembre de 2013

LAS CRISIS INDIVIDUALES O GRUPALES.

 Las crisis o situaciones que enfrentamos,sin una fácil resolución,y que implican a un grupo de personas,de un momento,lugar y modo determinado;son hechos desagradables,negativos y,a menudo,crueles,que quisieramos,con toda alma,desapareciesen,¡ojalá!,por acción mágica,divina o sobrenatural,sin casi un esfuerzo personal o grupal.Sin embargo,las crisis son,también,sucesos necesarios,en la vida de los individuos y las sociedades,pues contribuyen al mejoramiento de ellos y ellas,respectivamente,ya que extraen desde el interior de los seres vivos talentos o dones,que en la comodidad de la rutina y existencia facilista,permanecen dormidos o,levemente,desarrollados,impidiendo el crecimiento personal o colectivo y la evolución espiritual de los seres.
 Cuando hay graves problemas,sin una aparente solución,caemos en la depresión,pesimismo o autoindulgencia  sado-masoquista,que no conduce a nada bueno,y nos lleva por fácil camino de los vicios o las enfermedades e,inclusive,el suicidio físico o el agónico suicidio interior;al maltrato de uno mismo y los demás,o si aplicamos,lo suficiente y necesario en relajarnos,naturalmente,en meditar y orar,practicando la voluntad positiva y activa;con inteligencia,sabiduría,perseverancia y paciencia;nutrimos con mucho amor,fe,esperanza,nuestro actuar,encontraremos en el corto,mediano o largo plazo,una resolución,que nos hará salir beneficiados y,también,a los demás,al mismo tiempo,que mejorados en nuestro interior,con una calidad de vida relevante,en lo individual y colectivo.
 Para lo anterior,se hace un deber ineludible,el recurrir a la meditación y oración,como fuentes inagotables de bienestar espiritual,que alimentan el pensar,sentir,decir y hacer,de cada individuo;sobretodo,en la toma de acciones  positivas,optimistas,realistas y pragmáticas,destinadas a enfrentar crisis individuales,sociales o de cualquier otro orden;para neutralizarlas y mejorar la situación,sacando partido o provecho a la adversidad,como nutriente de progreso material y espiritual,tanto para uno mismo,como los demás.
  La práctica de los valores ético-morales,en la vida diaria,se hace determinante de sobremanera,en las crisis,pues los actos morales,imprimen la naturaleza real del ser humano,convirtiéndolo en un ser más consciente de su origen divino,sumergiéndolo en el océano de la paz mental,amor universal e incondicional y la alegría continua de vivir;activan la compasión,misericordia,bondad y generosidad;emanadas de la fuente del servicio sincero,natural,expontáneo,comprometido y desinteresado en su origen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario