En la vida,a menudo,nos encontramos con personas agresivas,conflictivas y succionadores de la energía vital positiva.Son seres involutivos,carentes de valores morales,egoistas y que reducen a las personas al nivel de cosificación.Consideran,aún a a sus familiares,como sus sirvientes,a los cuales,esclavizan con el argumento del poder económico o el chantaje emocional.Desprecian a los demás,porque sólo se aman a sí mismas y las cosas materiales,estimando y respetando,de sobremanera,a quienes son exitosos en ámbito material y no agradecen a quienes las aman,pues su desprecio por la vida ajena es tal,que reducen a números,billetes,monedas,el valor intrínsico del ser humano o los seres vivos,es decir,no brindan importancia a los seres por su condición de hermanos espirituales y aman las cosas,y utilizan a las personas como medios para conseguirlas,de modo vil,cruel y carente valorización de la esencia divina,que radica en cada ser vivo.Son seres equivocados,a los cuales,debemos la mayor de las compasiones,perdón y clemencia.Sin embargo,debemos evitar que nos hagan caer en el juego del servilismo,la esclavitud masoquista o nos transformen en seres parecidos en sus pensamientos,sentir,hablar o actuar,desprovisto del más mínimo respeto por la vida y su naturaleza divina.
En síntesis,manteniendo una actitud positiva,orando,meditando y actuando con firmeza,prontitud,criterio y sentido común,podremos enfrentar,al enemigo,que convive en nuestros hogares o amistades o lugares de trabajo,derrotándolos con la fe,esperanza y amor depositada en Dios y su incomensurable poder bienhechor,transmutador ,mágico y milagroso.¡Namasté!.
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