La adversidad,es un hecho palpable,propio del mundo máyico o ilusorio, y,a menudo,representa un aspecto,que muchos quisiésemos evitar o sortear o que nunca se presentará,para que:el miedo,la duda,el sufrimiento,el dolor,la enfermedad,la vejez o la muerte;todas formas de adversidad,no existiesen o no fueran las inevitables compañeras del ser humano.Sin embargo,los problemas,las dificultades o todo lo que nos impide avanzar en la vida,para el logro de nuestros sueños,debe ser tomado con tolerancia y desapego,como a si mismo,como retos o desafíos,que ponen a prueba,nuestras capacidades,facultades,habilidades o destrezas,valores morales y enfoque de la vida,como lecciones,que buscan prender la luz de la inteligencia y sabiduría,aprendiendo de los errores tanto nuestros,como de los demás,respectivamente,para ser admitidos,perdonados,no repetidos,erradicados,definitivamente, de nuestras vidas, y corregidos.
Debemos tener claro,nítidamente,que el camino que hemos escogido,es una decisión consciente o inconsciente,pero,al fin y al cabo,un ejercicio libre de nuestra voluntad humana.Las consecuencias,buenas o malas,en la existencia particular y personal,que no sólo nos afectan a nosotros,sino el entorno familiar,social y universal,son fruto de una acto derivado de un impulso o la meditación del mismo.Lo importante es tomar decisiones conscientes,en las cuales,la mente se gobernada por la partícula divina y no por el ego que quita,en vez de dar,como lo hace el amor universal.
El ejercicio de la meditación,debe ir a la par,con el ejercicio de la fuerza de voluntad,ya que,si nos quedamos,solamente,con la primera,vale decir,la meditación,los cambios que deseamos imprimir,en nuestra vida y en la vida de los demás,serán nulos,erróneos y hasta perjudiciales,para uno mismo y los otros.Debemos pensar,sentir,decir y hacer,pensando en la globalidad de los seres que circulan en nuestra vida,y,comenzando,en uno mismo.Se debe obrar,con altura de miras,es decir,con compasión,carencia de egoismo,mezquindad e intereses creados,para la armonía interna fructifique en el equilibrio con el exterior.Esa visión global,sólo la da la facultad maestra de la consciencia del ser,que una vez despierta,debe incrementarse,prender su luz en otros,para que la flama se propague de manera simple,real y concreta.Nosotros somos el espejo de los seres vivos conscientes y ellos el espejo de nosotros mismos.Se debe predicar con ejemplo y,después,la palabra.La conducta personal es la mejor maestra,para los semejantes.Yo soy tú y tú eres yo.Lo que haces a los otros,te lo haces a ti mismo.Todo es uno y en ese uno,está contenido el todo.¡Finalmente,el amor incondicional,lo es todo!.¡¡¡Namasté!!!.
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