La paz,a menudo, es un concepto y estado interior,que es incomprendido o mal intepretado.Algunas personas,la asocian con la ausencia de guerra,pero en realidad es una concepción profunda,que proviene de lo más hondo de nuestro ser.Siempre está ahí,pero no lo percibimos,porque vivimos hacia afuera,dejándonos llevar por el río de la confusión,ruido,problemas u obstáculos de la existencia.En suma,no disfrutamos de ella,porque no somos conscientes de la serenidad,que espera ser descubierta, recordada,reconocida,experimentada voluntariamente,vivenciada,dada y compartida a otros.Quien tiene paz mental,tiene el tesoro más valioso,que el hombre puede aspirar,pues ni los bienes materiales,servicios o el dinero(sin embargo,básicos y necesarios),pueden brindar ese maravilloso estado de la consciencia,tan añorado o necesitado por todos.De él surge el amor y del amor surge la paz.Ambos son, un todo indivisible retroalimentado y sistemático.Son los pilares de la felicidad y plenitud de la persona.
La búsqueda y el encuentro de la armonía interna,es una tarea colosal,pero no imposible de lograr,que debe ser cultivada,desarrollada,en la vida diaria,con acciones concretas,ejercicios de relajación,respiración, meditación y oración.Es un trabajo constante y,en sus primeras etapas arduo,que rinde buenos resultados,cuando la motivación es sincera,natural,comprometida,paciente,ejecutada con coraje y surge de manera expontánea,en el ser humano.No es fácil,y,menos,para el aspirante primerizo.
Se debe abordar en el trabajo interno,con:entusiasmo,perseverancia y entrega verdadera al maestro interno,que es en el fondo nuestra propia alma conectada a la superalma.Puede asumir la forma de una idea,imagen,personaje hístórico espiritual,un objeto,una persona,un animal,la naturaleza,un texto sagrada e iluminador,nuestra respiración,....un sin fin de formas,que es única ,inrrepetible,insustituible,sagrada y especial,para el discípulo,que sólo él puede percibir o sentir.
Cuando te vacías o experimentas la vacuidad del ego y todo es consciencia,se manifiesta tu ser,alma,espíritu,vívidamente,que es,dicho de otra manera,desahacerse,en nuestra vida,de todo aquello que nos atormenta,para que la paz brille y vuele,como la paloma hacia el infinito,generoso y bondadoso sol interno.De este modo,te conectas,armoniosamente,con el Cosmos,la familia y sociedad,Dios y fusionas contigo mismo,el Ser Real,en El Absoluto.
No hay nada más hermoso,gratificante,dadivoso y altruista,que la experiencia de la tranquilidad interna,que es semejante,al correr o fluir del río de la vida,todo indivisible,por el canal de la existencia particular,donde la serenidad y la luz de la partícula divina,alimenta,cada día y cada instante,tu gozo personal y los seres que te rodean.
Sin embargo,las dificultades o retos diarios nunca faltan y constituyen un estímulo,muy poderoso,para continuar la bella,pero,a veces, mal entendida senda,que,opcionalmente,hemos decidido recorrer.El dolor es inevitable,no obstante,el sufrimiento electivo,por lo tanto,la dicha,la paz y el amor,son un ejercicio y desafío constante del espíritu del hombre,que debe ser atendido,con compromiso,sinceridad y entrega,aunque no sea retribuido o reconocido,por los demás.¡¡¡Namasté!!!.
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