APRENDER DE LOS MALOS RATOS...:

 Es increíble como,la existencia terrenal,nubla la mente,endurece el corazón y convierte en un villano,aún,con los seres más cercanos,como  a quien dice amarte o ha sido una persona importante,como un familiar.Es cierto,que la existencia humana,es ruda,difícil,adversa y llena de altibajos.Pero cuando tomas consciencia,que el concepto que tienen de ti,es lo opuesta a lo que tu pensabas,debes actuar con alturas de miras y comprender,que la visión o lentes con el que te ven,puede o no coincidir,con la óptica tuya y ser un mero referente,pues lo relevante es tener la consciencia tranquila,limpia y  tener la convicción,que has dado lo que humana,espiritualmente,te ha sido posible,y si esa persona no ha sabido valorar tu entrega por los demás,desdeñándote,hiriendo o insultándote,gratuitamente,es porque sus palabras o acciones,develan un psiquis,perturbada,doliente,que sufre y que,tal vez,su naturaleza positiva,se vió alterada por la frustración,decepción o fracaso personal;utilizando su accionar o decir,para liberar ese cúmulo de sinsabores y siendo tú,el blanco de sus descarges emocionales,en una manera de exorcisar o dar rienda suelta,a su sentir negativo,afectado su interior,por problemas personales,materiales o económicos,emocionales,laborales o profesionales.
 La palabra de Dios aconseja,siempre el perdón por lo hecho,ya sea uno mismo a  los demás y,a su vez,ellos a  ti.No hay mayor error,que no ser clemente,inmisericorde,con uno mismo o los otros,más cuando se trata de un ser,al cual,respetas,admiras y es un referente moral o ético.Todos los seres vivos y humanos,somos imperfectos,y lo dejamos de ser cuando cristalizamos en hechos,nuestra consciencia,convirtiéndonos en,plenamente,despiertos.También,es importante considerar,que,tal vez,la opinión de otros,puede tener,en alguna medida,algo de verdad y,por tanto,considerarse vital,para generar un cambio conductual notable,pues los insultos o dichos negativos,pueden tener un asomo o la totalidad de la verdad,aún cuando signifiquen un mal rato o algo más.¡Namasté!.