La felicidad es un término muy mal interpretado,para la mayoría de nosotros.Algunos lo asociamos al placer momentáneo,que brinda los vicios y el mundo.Para otros,más transcendentes lo vinculamos al interior de la persona.¿Cuál es la verdad?.
Sin embargo,me atrevería a afirmar que todo aquello que es más permanente,sano y desinteresado,vale decir,un estado de conciencia,en el cual,el hombre se siente gozoso por lo que es y proyecta hacia el exterior,en sus acciones diarias,que son un espejo que refleja su estado interior y,del cual,se siente satisfecho,por su naturaleza útil a los semejantes.Con esto asevero,que tan importante es la conducta particular,en la esfera:interior,personal,familiar,social,universal,natural y divina.Debemos,en primer lugar,aceptarnos y amarnos,por lo que somos:un ser luminoso,alegre y positivo,que contagia a los otros,con su origen lumínico,transcendente y ascendente.Debemos valorarnos,sin sobreestimarnos o subestimarnos,es decir,con humildad y sencillez hacernos,cada vez más sabios,alejándonos de la soberbia o automenosprecio,que conduce a la ignorancia,el dolor,el sufrimiento personal y los otros seres.Una vez,que nos aceptemos y amemos,estamos preparados para enfrentar al entorno y lograr,hechos realidad,nuestros sueños,por los que debemos luchar,soslayando y progresando o levantándonos y avanzando a paso firme y seguro,hacia la meta o objetivo,a pesar de los problemas y retos,que en el camino encontremos,no olvidando,que el gozo de estar vivo y respirando,es el mayor premio,que debe hacernos avanzar hacia adelante,teniendo presente,¡siempre!,y practicando la ausencia del dañar a los que nos encontramos en el camino,compartiendo y dando lo mejor de nosotros.La plenitud,no es algo que se alcance,sino algo que se percibe,siente interiormente,por el sólo que hecho de existir.Es una decisión consciente y deleitosa para el espíritu,en al cual,no existe una razón en particular,sólo motivos que justifiquen su experiencia y que vivimos a diario,con compasión a los otros,manifestado en hechos concretos de solidaridad.Las dificultades,son meros elementos para sortearlas en la senda,convirtiéndonos en mejor persona y un alma más consciente de si misma.La dicha es el camino recorrido,por el ser vivo,permaneciendo en él,hasta el logro de su meta,realización de su sueño,en el cual,el ser una ayuda sincera,natural,expontánea,desinteresada,generosa y útil a los demás,deben considerarse como básico y prioritario.¡Namasté!.
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